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sábado, 31 de enero de 2009

Vestigios de un pueblo celta bañado por el mar

En un privilegiado enclave asomado al mar, se encuentra uno de los más impresionantes castros de Galicia, el castro de Baroña.
Se erige majestuoso sobre las rocas y se accede por un istmo arenoso en el que ya se pueden contemplar las primeras fortificaciones.
Tras la puerta de entrada subiremos por los peldaños de una escalera ( muy bien conservados ) y llegaremos al poblado. Se divide en dos: La zona Norte ( parte superior ) y la zona Sur ( parte inferior ).

En la zona Sur hallamos las primeras construcciones y flanqueando la puerta se aprecian los restos de una torre que serviría de defensa.
La zona Norte separada de la anterior por un muro y unas escaleras se encuentran más construcciones, que tienen un tamaño más amplio. Son viviendas de tipo circular. Se calcula la ocupación entre el Siglo I a.C y I d.C.

La alimentación principal y básica se componía de mariscos y pescados ya que las conchas de los moluscos y las espinas de los pescados ( rodaballo, jurel, merluza, dorada ) se ven acumulados en una zona del castro llamada “ Cuncheira “.
Se encontraron restos de anzuelos y otras artes de faena propias de una actividad marítima intensa.
El consumo de carne también estaba incluido en la dieta, básicamente bóvidos: cabra y oveja.
Merece por tanto la pena disfrutar de este espacio rodeado de arena y mar, de un océano inmenso de calma e imperturbable con el paso de los siglos que seguirá conservando en su interior la esencia del pueblo celta.
En verano, las nubes inflamadas de tonos rojizos y hechizantes recorren el cielo antes de que el Sol nos deje el momento más maravilloso del castro, la puesta de Sol

martes, 27 de enero de 2009

Un viaje sin retorno

Del hundimiento del HMS Serpent

El HMS Serpent era un acorazado torpedero de segunda serie ( fue botado en 1877 ) que con 73 metros de eslora, 11 de manga y 4,40 de calado, con un desplazamiento de 2700 toneladas y dotado de dos máquinas de calderas, dos salas de máquinas y una potencia 4,450 HP. Estaba armado con 8 cañones de tiro rápido, 2 ametralladoras y tres tubos lanzatorpedos.
Parte de Plymouth el 8 de Noviembre de 1890 con destino Sierra Leona (probablemente a carbonear). El día 10 de Noviembre amanece intempestivo con olas de 10 metros y visibilidad reducida por la lluvia. Siguiendo el rumbo sin saber que con temporales de componente W, se crean fuertes corriente de componente E que te abaten hacia tierra ( cualidad de la costa gallega ). El desvío del rumbo, el no haber sondado y la confianza hicieron que a las 23:00 h del lunes 10 de Noviembre el Serpent quedara clavado literalmente en una laja a unos 600 m de Punta de Boy frente a las costas de la Playa de Trece.



Las olas donde se encontraba y el viento huracanado hicieron el resto, lanzándolo contra las afiladas rocas, convirtiendo el barco en un amasijo de hierros que volaban por todas partes ( Tardó una hora en hundirse ) , sumidos en la noche más absoluta, en medio de un furioso mar donde solo se oían gritos y golpes de cuerpos despedazándose contra las rocas. De 176 hombres, solo Gould, Burton y Luxon vivieron para contarlo.
El marinero Gould fue arriar uno de los botes cuando una ola destrozó la embarcación contra el pescante, tragando el mar a todos menos a el, que consiguió encaramarse a cubierta unos instantes antes de que otra ola le barriera a el.
Luxón tras ir al puente para resguardarse de los numerosos hierros que volaban por todas partes fue arrastrado por una serie de olas que lo animaron a alejarse del barco. Tras varias horas en el agua consiguió llegar a tierra con solo unos leves rasguños y mazaduras.



Al poco rato tropezó con Luxon que estaba herido y los dos a duras penas y en la inmensidad de la noche ascendieron ladera arriba en busca de ayuda. Tras caminar sin rumbo llegaron a una casa de la aldea de Pesqueiras ( aprox. a 2 Km de la ensenada).Conducidos a la casa del cura de Xaviña, organizaron la triste tarea de rescatar los cuerpos. De camino encontraron a Gould vagando por el monte en estado pésimo. Cuando la población llegó allí el espéctaculo que presenciaron fue terrorífico con los restos del barco y cadáveres despedazados por todas partes.


La autorización para consagrar el cementerio llegó el viernes de la siguiente semana dividiéndose con entradas diferentes para católicos y anglicanos. Ese mismo día, el mar devolvió 28 cadáveres más hasta llegar más o menos a la cifra de 100 y durante todo el mes lo siguió haciendo hasta la cifra de 142 el día de Navidad. El resto nunca se recuperó y descansa en el mar.
La reina Victoria mostró su gratitud con un reloj de oro para el alcalde, un barómetro de mercurio para el pueblo, unos binoculares para el ayudante y una escopeta para el cura.
El "Cementerio de los Ingleses" fue restaurado en 1990 eliminando la separación entre católicos y anglicanos.
Cada año, un buque de la Armada Británica pasa por el lugar de la catástrofe y hace sonar salvas en honor a los muertos.




Tripulación del Serpent;
Harry Leith Ross-Comandante
Teniente Macleod-Contralmirante
Teniente Richards-Oficial de derrota
Médico-Doctor Rae
1 Sobrecargo
3 Maquinistas
1 Contramaestre
1 Artillero de torpedos
176 tripulantes

Costa da Morte

Hace ya tiempo,que deseaba completar el viaje por los únicos sitios de la "Costa da Morte" que todavía no había podido ir y que me llamaban mucho la atención.

Estas vacaciones, pillé el coche y sin pensarlo más me deje caer entre Camariñas y Muxia, donde por fin pude dar rienda suelta a mis anhelos, y disfrutar de esos paisajes inmemorables, de empaparme del espíritu de las gentes que luchan por sobrevivir en un ambiente hostil y duro.

En este litoral de belleza incomparable, donde el tiempo parece detenerse, entre el viento y el rugir de las olas que van cincelando las rocas, asistes quedo a un pulso entre el mar y la tierra. Un despertar de los sentidos, en una tierra de luces y penumbras, de tempestad y calma, de lluvias sempiternas y brumas fantasmales, nubes de color plomizo que barren el litoral de punta a punta, verdes matorrales, aguas azules profundas y agitadas que reflejan el alma y el vivir de sus gentes, esa tierra de contrastes que enamora el corazón, de gentes amables, de buen comer a la que algún día espero regresar.