Asados y envueltos en periódico para que no se enfríaran y servidos en una teja caliente, se les retira con una mano la capa quemada y antes de comerlo se unta en una salsa romeresco.Todo esto acompañado de un buen vino(en porrón) para los calçots y un buen cava para las mongetes(habas),carxofes(alcachofas),butifarra y xai(cordero) a la brasa, dió lugar a un excelente manjar aderezado al final con una enorme crema catalana de postre.
Y al final, que mejor sitio para hacerlo que esa maravillosa tierra, tierra de olivos,viñas y cereales, de avellanos y almendros, de tradiciones que a lo largo de los años y con mucho tesón han conseguido arraigar. Tierra de "Castellers" y de gigantes "Castells" que apuntan hacia el cielo.
Capital del Alt Camp y regada por el río Francolí que la rodea por el Oeste y la atraviesa por un extremo. De torrentes convertidos en rieras como el Xamora y el Catllar, así el Valls.
Ciudad acogedora, de rica cultura, que se va modernizando con el paso del tiempo sin perder ese aire bohemio que recorre los rincones de sus calles.